- 15 agosto, 2018
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- Posted by martaperezphoto
- Detrás de la cámara (BTS), Procesado, Significados
Detrás del Jaramago
[vc_row][vc_column][vc_column_text]Esta vez os traigo el destripe de una de mis últimas fotos. Pertenece al proyecto «El lenguaje de las flores» y la flor protagonista es el Jaramago. He decidido juntar tres tipos de post en uno solo y, aunque puede que sea un poco largo, aquí mismo os hablaré del significado y el porqué de esta foto, de cómo fue tomada la foto base y de la posterior edición en Photoshop. Os diferencio bien cada parte por si queréis saltaros alguna e ir más directos a la que os interesa.
¡Vamos a darle caña que esta vez hay para rato!
¿De dónde nace esta foto?
El verso en el que se basa esta foto del poema de Lorca es:
» El jacinto es la amargura;
el dolor, la pasionaria.
El jaramago, el desprecio,
y los lirios, la esperanza.»
Me encuentro con que el jarmago es el desprecio, pero nunca había oído hablar de esta flor, así que antes de nada hice una pequeña investigación. En internet solo aparecen fotos de esta hierba amarilla pero en libros de botánica y de hierbas medicinales encontré que hay dos tipos muy diferenciados: el jaramago blanco también llamado «Bolsa del pastor» o «pan y quesillo» y el jaramago amarillo conocido como «Hierba de los cantores», «Hierba del predicador», «Erísimo», «Hierba de San Alberto» por sus maravillosas propiedades curativas para los problemas de laringe y de la voz.
Me puse a ver los dibujos del jaramago blanco, y me di cuenta de que me sonaban muchísimo las hojas triangulares. Así que ese mismo día fuimos a dar un paseo por mi pueblo, que está en Burgos, y ¿cuál fue mi sorpresa?. Era una hierba silvestre y ¡estaba por todas partes!. Había campos enteros con el jaramago en flor. Así que esa semana preparé todo lo que necesitaba y al siguiente fin de semana pude hacer la foto.
Al principio me costó bastante hilar el concepto del desprecio con ese tipo de flor pero, tras un tiempo navegando en mi subsconsciente, lo vi clarísimo y apareció esta foto tal cual la veis hoy. (Me flipa cuando la foto se parece tanto a la que imaginé que ya no recuerdo cómo era la primera)[/vc_column_text][vc_single_image image=»1145″ img_size=»large» onclick=»zoom»][vc_column_text]Os voy a contar una historia, una historia de amor y desamor, de malquerer, de uno de los rincones oscuros del ser humano. El desprecio es un sentimiento horrible porque no mana de dentro si no que se fragua poco a poco, es un sentimiento que ejerce alguien de forma consciente hacia algo. Nadie desprecia por accidente, no es un ataque de rabia/celos/pena… Aparece cuando la oscuridad ciega a una persona y solo puede lanzar veneno.
Aquí el desprecio es ejercido libre y conscientemente por Él hacia Ella. Él le regala flores (una acción que se suele asociar al querer o el aprecio), pero todo cambia cuando en vez de flores son malas hierbas arrancadas sin ningún cuidado, llenas de raíces y tierra, espigadas y sin ninguna gracia. Además de hierba le regala la soledad, ese sentimiento de «podría ser, pero nunca será», el «no eres digna», el «solo te mereces lo peor». Y ella dulce y llena de esperanza ve como el desprecio arraiga dentro, como todo se derrumba y se queda plantada sin saber quién, cómo y por qué ha dejado de ser.[/vc_column_text][vc_column_text]
Making of
La foto la hice a última hora de la tarde en un camino de tierra porque quería que los marrones de la tierra se juntaran en el horizonte con el azul del cielo. Me ayudaron: mi padre (en el papel de hombre sin corazón) y mi madre como asistente (no la hay mejor) siempre me ayuda a colocar el atrezzo, me peina, me amortaja, me entierra, aprieta el botón de la cámara, hace las fotos del making of… y en general, me ayuda a dar vida a casi todas mis fotos.
Os dejo aquí algunas fotos para que veáis la colación de la cámara, etc.[/vc_column_text][vc_gallery interval=»3″ images=»1148,1149,1150,1151,1152″ img_size=»large»][vc_column_text]
Edición y procesado
La foto final la construí con varias tomas diferentes. Hice una foto Frankenstein porque en algunas me gustaba la expresión de la cara, en otras me gustaban más las manos, las flores… y necesitaba juntarlo todo en una para que fuera tal cual la había imaginado.[/vc_column_text][vc_gallery interval=»3″ images=»1155,1156,1157,1158,1159″ img_size=»large»][vc_column_text](Las fotos pasan un poco rápido si queréis verlas con detenimiento clicad en ellas)
- SECUENCIA 1: Es la foto base, la elegí por la zona de la cara, me gustaba la expresión y el pelo al viento.
- SECUENCIA 2: Cambié las manos y el ramo, quería que el agarre fuera más delicado. Además el vestido tiene más movimiento en esta foto.
- SECUENCIA 3: Esta es la capa del filtro «Licuar». Le quité unos cuantos kilos a mi padre (no porque le sobren, pero esta foto requería un chico joven y lozano… nada que photoshop no pueda arreglar jaja). Además añadí movimiento al vestido y suavicé algunas líneas que me distraían.
- SECUENCIA 4: Arreglé todas las imperfecciones de la piel (con separación de frecuencias) y ajusté el tono general de la foto para conseguir la atmósfera que buscaba.
- SECUENCIA 5: Corrección local del color en los labios y en las raíces y enfoque final de la foto.
[/vc_column_text][vc_column_text]¡Aquí acaba este post tan largo! Espero que os haya gustado, o al menos parecido interesante ver como nace una foto desde que se gesta en la cabeza hasta que toma forma.
Si tenéis alguna sugerencia de algo que os apetezca ver en el blog, alguna duda o queréis echarme la bronca por lo pesada que soy, abajo en comentarios os podéis expresar libremente o si no me mandáis un mensajito. 🙂
¡Que la creatividad os acompañe!
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]
agosto 17, 2018 11:23 am /
Muy bien explicado todo el proceso, Marta.
¡Y qué mención a tus «ayudantes»!
agosto 27, 2018 9:48 pm /
¡Gracias! Qué menos con todo lo que me ayudan jaja